Las flores de interior son nuestras amigas silenciosas; viven en la misma casa que nosotros. Las flores crean consuelo, nos deleitan con sus flores y, a veces, incluso nos curan. A cambio, sólo necesitan un poco de atención y muy poco mantenimiento.
Pero a veces la atención por sí sola no es suficiente. Algo extraño empieza a sucederle a la planta, a pesar de todos los esfuerzos. Por ejemplo, en invierno, las plantas de interior experimentan estrés y su inmunidad se debilita.O se asientan en un poro, como encantados, o se desvanecen activamente. La culpa la tiene la falta de luz solar y de vitaminas.
Un medicamento que todo el mundo tiene, la aspirina, ayudará a las plantas durante los períodos difíciles. Sí, no sólo ayuda a las personas con enfermedades.
Este es un remedio universal para activar el sistema inmunológico y un verdadero hallazgo para los jardineros. Ayudará a mejorar el crecimiento, ayudará a recuperarse del estrés y acelerará el proceso de formación de cogollos. Se recomienda utilizar la solución tanto para el tratamiento como para la prevención de enfermedades.
La aspirina es un remedio bastante asequible, se vende en cualquier farmacia a bajo precio y seguro que no tendrás problemas para encontrarla. A veces puede resultar difícil determinar qué es lo que realmente dañó una planta. Es en este caso que este remedio universal es adecuado, ayudará contra cien dolencias.
¿Cuándo deberías usar aspirina?
- Cuando las hojas de tu planta se secan y caen
- Las flores no florecen por mucho tiempo.
- Tu flor ha comenzado a marchitarse
- Si has trasplantado recientemente una planta
La aplicación es bastante sencilla: disuelva un par de pastillas de aspirina en 1 litro de agua y mezcle bien. Esta solución se debe rociar con una botella rociadora sobre las hojas de las plantas cada dos semanas. Al pulverizar, la superficie de las hojas debe estar moderadamente húmeda.
La aspirina ayudará a salvar las plantas de los hongos y la pudrición de las hojas. Para ello, se deben disolver 5 tabletas del remedio milagroso en 4,5 litros de agua y rociar sobre las hojas de las plantas 3 veces al mes. Después de varias aplicaciones, el resultado será notable: el volumen de las lesiones se reducirá varias veces. La solución se puede conservar en el frigorífico, por lo que no es necesario prepararla varias veces.
La aspirina también ayudará a estimular la floración.Se disuelven 1-2 tabletas en un litro de agua, la planta se riega con la solución, pero no más de dos veces al mes, esto es importante.
Si de repente las hojas de tus plantas de interior empiezan a marchitarse o a caerse por completo, tritura un par de pastillas de aspirina y disuelve el polvo en 1 litro de agua. Las hojas se rocían con la solución una vez, pero se puede repetir si es necesario.
Al tratar plantas con solución de aspirina, debes controlar su reacción. Si está claro que las hojas están llenas de fuerza y el proceso de floración se ha vuelto más enérgico, entonces todo se ha hecho correctamente y la flor se salvará de un posterior marchitamiento.
La frecuencia con la que se realizan dichos procedimientos depende del estado de la planta: si se ve saludable, basta con regar y rociar poco a poco. Lo principal es seguir la dosis indicada.
Un consejo sencillo: si quieres que las flores frescas que regalas durante las vacaciones duren más, añade una pastilla de aspirina a un jarrón con agua. Así es como la aspirina común revive las plantas de interior.
Es importante no olvidar que aporta el máximo beneficio sólo cuando se utiliza correctamente. El uso frecuente es una sobredosis, esto conducirá a un resultado que no querrás ver en tus plantas.
Artículo de la sección “Y yo hago esto…”
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